sábado, 17 de febrero de 2007

DIEGO DE TORRES VILLARROEL, ALQUIMISTA ESPAÑOL

DIEGO DE TORRES VILLARROEL, ALQUIMISTA ESPAÑOL

Este personaje, se encuentra enterrado en unas famosas cuevas de Salamanca. Fue astrólogo, alquimista y catedrático.

Existe un libro que habla sobre él,
Colección Biblioteca de Visionarios, Heterodoxos y Marginados
Recitarios Atrológico y Alquímico
Preparada por José Manuel Vallés
Editora Nacional ISBN 84-276-0404-1

En la parte final del libro, cuando nos define cual es la causa final de la alquimia, nos dice que los dos polos de la felicidad son la riqueza y la salud. Según Diego de Torres, Hermes dice que quien posee el conocimiento de la alquimia, puede ser rico y poderoso. También puede vivir eternamente, por lo que obtiene esos dos polos de felicidad.

Según él hay dos elixires, uno blanco y uno rubio. Administrando el elixir por dentro del cuerpo, mezclado junto con la medicina específica para cada enfermedad, cura las enfermedades internas. Administrándolo por fuera, acompañado por cremas, unguentos, aceites , cataplasmas o unturas, rejuvenece y cura las enfermedades externas.

Administrando el tamaño de un grano de mostaza del elixir blanco, éste purga al enfermo , y cura a los que tienen "calentura", y a los que han tenido 4 años lepra.

El elixir rubio debe administrarse en una bebida apropiada y poco caliente. Provoca sudores, y sana a paralíticos, frenéticos, hidrópicos, leprosos y la gota. Cura todas las enfermedades crónicas, aunque parezcan no tener solución. Rejuvenece. Aplicado sobre el rostro junto con otras cremas o unguentos, elimina las arrugas y las manchas de la cara. También alarga la vida.

Ambos elixires sanan a los esciaticos y las parálisis, como dice el autor, "aunque estén para morirse", y se detalla una larga lista de aplicaciones.

La medicina es conocida como la Triaca Magna.
Las enfermedades cuyo curso es de un mes se curan en un día
Las enfermedades cuyo curso es de un año, se curan en doce días
Las enfermedades cuyo curso es de mucho tiempo, se curan en un més.

El autor dice que se trata de un arte de difícil práctica, ya que es complejo entender los mensajes, difícil ejecutarlos, y encima uno se puede perder por la infinidad de falsos autores que "despistan" al aspirante. Aconseja tiempo, salud, dinero y aptitud natural, inteligencia, constancia, aplicación, estudio y experiencia.

La alquimia es un arte sin arte, cuyo principio es mentir; su medio, el trabajar; y su fin, el mendigar.

El autor aconseja al aspirante conocer la filosofía de Aristóteles, para posteriormente pasar a leer entre otros autores clásicos a Arnoldo de Villanova, Alberto Magno, Basilio Valentino, Geber, El conde Trevisano, Raymundo Lullio, Helmoncio, Ripleo, Artephio, Flamello, Sendivogio.